Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero
Se complacen en invitarle a la presentación de los libros:
Cali en los siglos 19, 20, 21
José Luis Zorrilla G.
11 Relatos
Harold Andrés Salazar Sandoval
Patio 3
Marco Aurelio Arango
El Segundo Disparo
Varios Autores - Fundación Casa de la Lectura
La Matraca
Heraclio Parra Barona
Auditorio # 2,
Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero,
Calle 5 #24-91 , Cali (v) Colombia
entrada libre,
Miercoles 26 de Mayo de 2010,
a las 7:00 p.m.
Rifa de libros
ISBN 978-958-44-6504-7
11 Relatos
Harold Andrés Salazar Sandoval
66 páginas
Cuentos
En su contraportada se lee:
“Palabra e imaginación son desde tiempos inmemoriales una fabulosa combinación de posibilidades con las cuales el ser humano –vía reflexión y ficción– asumió el sinfín de conquistas que lo caracterizan y le han permitido transformar hasta la extinción cuanto le rodea.
“De allí que no en vano una y otra vez se comprueba el beneficio invaluable de la literatura y sus derivaciones, aquella fusión de palabra e imaginación en el devenir de los asuntos humanos, dada su condición de actividad creadora que aglutina la sensibilidad, el instinto, la racionalidad y la espiritualidad de sus cultores para proyectarla hacia el resto de sus congéneres, en procura de los indispensables clímax y catarsis con que se desea armonizar siempre la conciencia de existir (...)
“Y si bien en estos Once Relatos del novel narrador caleño Harold Andrés Salazar Sandoval campean a sus anchas personajes solitarios o desarraigados, oficios de diversa catadura, acciones cruentas donde se impone implacable la muerte y sin atenuantes, situaciones fantásticas que van de la fabulación popular de los espantos hasta Poe y Almodóvar, todos ellos recrean a su modo una aproximación a la modernidad y sus ecos ancestrales. “También su lenguaje llano pero vigoroso, punzante y cortante como algunas de sus imágenes, logra transmitir las vivencias limites de origen rural o urbano con las cuales se recrean personajes poseídos de certezas, dudas e ilusiones siempre en pos de un destino halagüeño o por lo menos más llevadero, tal y como le suele corresponder a la infinita sinuosidad de nuestra condición humana". Luis Alberto Díaz
Informes: Tel. 664 1403 - Cel. 318 355 2578
Cali en los siglos 19, 20, 21 José Luis Zorrilla G.
Cali en los siglos 19, 20, 21
José Luis Zorrilla G.
240 páginas Reseña histórica fotográfica Del Prólogo:
“Con satisfacción y orgullo presento a la sociedad caleña este libro de fotografías Cali en los siglos diecinueve, veinte y veintiuno. La huella de nuestra herencia. Porque es un reconocimiento a quienes salvaguardaron una colección fotográfica indispensable para comprender la historia de la ciudad, por quienes habitamos en ella, y que tenemos el derecho de conocer un patrimonio que por muchos años reposó en el baúl de los recuerdos de sus custodios.
“Porque hay un sentimiento de encanto y de nostalgia cuando ojeamos fotografías de los tiempos idos. Y mayor es el deleite y más fuerte la añoranza cuando las fotos son del paisaje natal, del paisaje amado. Por lo que intensos serán los sentimientos que aflorarán al adentrarnos en esta colección de Daniel García ‘Daguer’, el legendario fotógrafo de la primera mitad del siglo 20, quien junto con Otto Moll, Manuel Maria Buenaventura, Alberto Lenis y otros, registraron la ciudad en sepia o en blanco y negro. Y nos retrotraen al Cali del tranvía y de las berlinas, del hotel Alférez Real y del viejo Palacio de San Francisco, que fueron devorados por la modernidad. “Pero, además, nos permiten advertir la incontenible dinámica, el progreso incesante de la sucursal del cielo. Que hasta hace poco era una apacible villa y hoy es una vibrante metrópoli que con renovado latir forja su espléndido futuro”.
Jorge Iván Ospina Gómez Alcalde de Santiago de Cali
Informes: Cels. 316 540 0409 - 300 677 7747
11 RelatosHarold Andrés Salazar Sandoval
66 páginasCuentos
En su contraportada se lee:
“Palabra e imaginación son desde tiempos inmemoriales una fabulosa combinación de posibilidades con las cuales el ser humano –vía reflexión y ficción– asumió el sinfín de conquistas que lo caracterizan y le han permitido transformar hasta la extinción cuanto le rodea.
“De allí que no en vano una y otra vez se comprueba el beneficio invaluable de la literatura y sus derivaciones, aquella fusión de palabra e imaginación en el devenir de los asuntos humanos, dada su condición de actividad creadora que aglutina la sensibilidad, el instinto, la racionalidad y la espiritualidad de sus cultores para proyectarla hacia el resto de sus congéneres, en procura de los indispensables clímax y catarsis con que se desea armonizar siempre la conciencia de existir (...)
“Y si bien en estos Once Relatos del novel narrador caleño Harold Andrés Salazar Sandoval campean a sus anchas personajes solitarios o desarraigados, oficios de diversa catadura, acciones cruentas donde se impone implacable la muerte y sin atenuantes, situaciones fantásticas que van de la fabulación popular de los espantos hasta Poe y Almodóvar, todos ellos recrean a su modo una aproximación a la modernidad y sus ecos ancestrales. “También su lenguaje llano pero vigoroso, punzante y cortante como algunas de sus imágenes, logra transmitir las vivencias limites de origen rural o urbano con las cuales se recrean personajes poseídos de certezas, dudas e ilusiones siempre en pos de un destino halagüeño o por lo menos más llevadero, tal y como le suele corresponder a la infinita sinuosidad de nuestra condición humana". Luis Alberto Díaz
Informes: Tel. 664 1403 - Cel. 318 355 2578
Patio 3Marco Aurelio Arango
217 páginas
Documento Testimonio 25.000
En la Presentación dice Andrés Calle:
“En este país sí hay gente decente. Pero éste no es el caso de Gustavo. Porque él entró perdiendo, señalado y sin salida. Desde la hora temprana del allanamiento, desde el primer día, y así patio tras patio, por todos los que pasó. Siempre se tiene la expectativa de que en esta oportunidad sí se definirá todo, que ahora le va a llegar la noticia, el papel, que en este grupo va a quedar incluido, que ya se va a librar, y no, no hay de otra, se tiene que quedar adentro. Pero ¿qué más le puede pasar a uno en la cárcel? ¿De aquí’ qué se sigue?, se pregunta uno en cada parte del relato.
”Éste no es el caso de Gustavo ni es asunto de decencia. Porque ya a estas alturas a Gustavo tampoco le interesa estar excluido y sabe hasta el fondo que nada se gana con querer apuntar el dedo para mostrar quiénes fueron y quiénes son los culpables. Es una entretención muy socorrida en Colombia tratar de zafarse de los otros, de separarse, de hacer hasta lo imposible para que no confundan a los unos con los otros. Si uno se aparta y se distingue tiene la posibilidad de tener crédito, de que le tengan confianza o respeto y hasta miedo. Por eso, los que tienen el poder suficiente para recriminar y para sentirse impermeables tienen que ser cada vez más pocos y juegan a hacerles la guerra a los demás, a aquellos que ellos designan como indecentes, inmorales e indeseables. Así, la violencia de afuera se replica y se potencia por dentro de las cárceles.
”Y en el otro extremo están los que en el pasado o en el presente sacaron y sacan provecho de la descompensación y el caos; los que deben favores, los que sobreaguaron tantas violencias, quienes pasaron de ser víctimas a ser agentes y han aprendido el arte de la manipulación, la patraña, el vicio, la muerte lenta o aviesa. Éstos tienen conciencia de metástasis y mutan, escarban en la podredumbre, se camuflan y se escudan en que nadie se salva, en que todo es lo mismo y el imperativo es sobrevivir (...)".
Informes: Cel. 313 796 1274
El Segundo Disparo Varios Autores - Fundación Casa de la Lectura
Cuentos186 páginas $ 20.000 Dice el prologuista Alberto Rodríguez :
“¿Qué rayos es un taller de escritura creativa? Una pregunta cruda para una respuesta cocinada, recalentada. O una pregunta que de tanto hacerse se ha vuelto retórica. Y más: una pregunta que en la academia se responde invocando un focalizador-elíptico-intradiegético, y en la barriada, con un disparo en el concierto.
“Lo que me preocupa de una interrogación tan general es lo particular: ¿qué tanto somos de eso que creemos que es nuestro taller de escritura? En el prefacio de Música para camaleones, Truman Capote subraya dos grandes diferencias que se presentan al discernimiento de los escritores, y agrego, al de quienes están en el camino de serlo, al de quienes comienzan, y aun, al de quienes lo intentan sin conseguirlo.
“La primera es la diferencia entre escribir y no escribir. La diferencia entre quienes juzgan posible vivir sin escribir, y aun hasta sin leer, y entre quienes por una maldición no les es dado escapar de la página abierta. Los primeros no están en el camino de la adicción –la inspiración transpirada–, no son quienes asisten los sábados a nuestro taller, ni gastan las noches haciendo borradores; son desertores tempranos, felices al-mas que tuvieron vedado el horror de la dificultad, los que alcanzaron a salvarse –para bien– y a tiempo del oficio más solitario del mundo. “La segunda es una diferencia alarmante, la que marca y para siempre la senda de los condenados. Quienes con irrenunciable vocación solitaria son capaces de hablar en voz alta con sus personajes. Se refiere Capote a la diferencia entre escribir bien y escribir mal. La diferencia, dice Capote, es sutil pero brutal. La diferencia entre redactar y escribir con estilo.
“De alguna manera, que no siempre es evidente, ambas diferencias rondan el alma y las prácticas de los talleres de escritura creativa, aun admitiendo la sana pluralidad con que pueda responderse a la pregunta (...)”.
Informes: Tel. 558 1818 - Cel. 310 374 6589
La Matraca Heraclio Parra
74 páginasRelato $ 20.000
En palabras de Vicente Ramírez Pinzón, prologuista de esta amena visión popular:
“Existen hombres con magnetismo, el decurso histórico los va descubriendo muy de tarde en tarde con diferentes perfiles, unos son reconocidos antes y otros después.
“En el texto que aquí se presenta ese magnetismo surge de la música, de la arquitectura y de la historia, en una tríada que es atisbada por Heraclio en un punto fijo respecto de la construcción, pero móvil según la melodía; se trata de La Matraca , sí, la del barrio Obrero de Cali.
“Para vislumbrarla es necesario reconocer al ser social, relacionado, no aislado, al hombre que se identifica a sí mismo y con su entorno, recordando sus vivencias infantiles, juveniles y de madurez, bordeado por un torbellino de violencia. “Se trata del historiador nato, cultivado en las márgenes y por consiguiente libre de amarras preconcebidas y de los prejuicios que aportan las universidades, libertad que permite manifestar ese dejo nostálgico, donde el menor destello de felicidad hace resbalar la lágrima, en un toquecito como de despedida anticipada, de realidad sobre la inevitable partida.
“Historiador que con sus propias manos empañetaba paredes porque no aceptaban herramientas y que con sus propios pies de niño pisaba el embutido; todo manual, acunado, recogido y tallado.
“Temples de construcción cuya mezcla hoy es suplantada, en parte, por el cemento y el hormigón.
“Así, cuenta Heraclio, se templó La Matraca , al estilo antiguo. Desde entonces se articuló a la historia musical del barrio Obrero en un fluir de ritmos que van desde los producidos por la Sonora Matancera hasta el existencialista tango y la milonga del novecientos”.
Informes: Tel. 447 4396 - Cel. 316 891 9939
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